miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Y?

Estudié administración de recursos turísticos o lo que es lo mismo sin título ridículo turismo, hace un poco más de un año terminé la carrera y mi título sigue en “trámite” o lo que es lo mismo ni siquiera me he molestado en sacarlo. Mis amigos y compañeros ya están trabajando, muchos se fueron a otros estados, la mayoría trabaja en hoteles hasta podría apostar que TODOS están en hoteles; yo…sigo sin trabajar ¿el motivo? lo único que me gusta del turismo es el patrimonio cultural y no todos los días uno abre el periódico o los buscadores de empleo y encuentra un puesto relacionado.


Honestamente he pensado en dedicarme a hacer otras cosas que nada que ver con el turismo, por mi cabeza han desfilado las siguientes ideas:

Aprender a coser y diseñar patrones, así podría dedicarme al diseño textil.

Regresar a mis clases de inglés, terminar los 8 semestres y luego hacer el diplomado para dar clases.

Iniciar una tienda de ropa por internet.

También he pensado muchas veces en ya darme por vencida y entrar a un hotel sin embargo cada vez que lo pienso me pregunto ¿y eso me hará feliz?, ¿por cuánto tiempo aguantaré hacer algo que no me interesa? hay quienes dicen que a veces para llegar a dónde quieres tienes que pasar por muchos lugares en los que no pensaste estar pero yo soy tan necia que me niego a pasar por dónde no quiero porque tal vez me acostumbre a hacer algo que no me gusta y eso sería muy triste y porque no quiero tener que ponerme medias, zapatos altos y pintarme los labios sólo porque el reglamento lo dice, si me los pongo me gusta que sea porque yo quiero y no porque TENGA que hacerlo.

Al final no sé que resulte y aunque hay una vocecita dentro de mí que se niega ROTUNDAMENTE a hacerlo este año terminaré el trámite de mi título y no porque me interese sino porque quiero cerrar ese capítulo para poder seguir con otras cosas más importantes.

miércoles, 26 de enero de 2011

Carta a Mariana

                                                                                                      Jorge Teillier

¿Qué película te gustaría ver?
¿Qué canción te gustaría oír?
Esta noche no tengo a nadie
a quien hacerle estas preguntas.


Me escribes desde una ciudad que odias
a las nueve y media de la noche.
Cierto, yo estaba bebiendo,
mientras tú oías Bach y pensabas volar.


No creí que iba a recordarte
ni creí que te acordarías de mí.
¿ Por qué me escribiste esa carta?
Ya no podré ir solo al cine.


Es cierto que haremos el amor
y lo haremos como me gusta a mí:
todo un día de persianas cerradas
hasta que tu cuerpo reemplace al sol.


Acuérdate que mi signo es Cáncer,
pequeña Acuario, sauce llorón.
Leeremos libros de astrología
para inventar nuevas supersticiones.


Me escribes que tendremos una casa
aunque yo he perdido tantas casas.
Aunque tú piensas tanto en volar
y yo con los amigos tomo demasiado.


Pero tú no vuelves de la ciudad que odias
y estás con quién sabe qué malas compañías,
mientras aquí hay tan pocas personas
a quien hacerles estas simples preguntas:

«¿Qué canción te gustaría oír,
qué película te gustaría ver?
¿ y con quién te gustaría que soñáramos
después de las nueva y media de la noche?».


De "Para un pueblo fantasma" 1978

domingo, 2 de enero de 2011

Sólo tres días

Es apenas el tercer día del año y ya me deprimí, en la mañana después de bañarme mientras decidía que ponerme me quede viendo mi ropa con colores uy!! muy variados: blanco, negro,café, morado, azul y nada más de ver los colores hasta me deprimí más, terminé sentada en el piso viendo mi ropa y pensando que los colores que abundan en ella son tan tristes como yo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Propósitos de año nuevo

Conseguir trabajo


Hacer mi tesis

Titularme

Viajar

Hacerme un tatuaje

Hacer pilates

Espero que todo resulte y al final de año si haya hecho todo y más que eso.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Hoy estoy cursi

Soy cursi muy cursi y tal vez demasiado romántica. Hoy he escuchado más de diez veces la misma canción mientras tomo café con tequila (cosa de la que tal vez mañana me arrepienta porque despertaré con ardor en el estómago) cierro los ojos, me encantaría que alguien me cantara una canción sólo para mí que estuviera tan loco que me invitara a bailar a media calle en una noche tan fría como esta y que la gente en la calle piense que estamos locos, bailar despacio y que comience a nevar... sí lo sé suena de película y estoy soñando demasiado aquí ni siquiera cae nieve!! y que hombre hace algo como eso por eso mejor le doy otro sorbo al café y pongo play una vez más.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Un año más

Este mes fue mi cumpleaños y pocos días antes de que empezara el mes no tenía ganas de celebrarlo, nada más de pensarlo hasta me deprimí. Estaba muy convencida de que no había algo que celebrar.

No ha sido un año precisamente fácil, la mayor parte del año me he sentido como si estuviera en una montaña rusa sin fin.
Hace diez años me sentía igual, para estas fechas mi mamá ya se había dado cuenta de que me habían dado de baja de la escuela, se entero justo el día de mi cumpleaños y casi me saca arrastrando de la escuela, todo esto dió pie a una batalla que parecia no tener fin entre mi mamá y yo; casi un mes después llegaron unos tíos a pasar unos días con nosotros y para cuando se fueron yo iba junto con ellos en la camioneta con mi maleta para irme a vivir al sureste del país por tiempo indefinido y estudiar allá. Irme con ellos fue una experiencia que definitivamente tiene mucho que ver con quién soy hoy, curiosamente no por las razones que muchos creen porque aunque fueron cuatro meses de vivir muy cómodamente (por el estilo de vida de mis tíos) lo que se quedó en mí fue lo que creo que hasta ahora no se lo he contado a nadie, la parte que no fue bonita, las peleas, discusiones, ver a mi primo a punto de golpear a su hermana y que nadie moviera ni un dedo ( ni su mamá!).

Hoy no me han dado de baja de ninguna escuela, ya terminé la carrera y busco trabajo pero se parece en que sigo sintiendo que voy sin rumbo y que esta montaña rusa no se detiene. En esa época como ahora también había mucha gente interesada en que saliera con alguien, que tuviera un novio. Me intriga que pareciera que me lo dicen como si de eso dependiera mi felicidad, soy feliz y parece que no lo creen mi felicidad no depende de si tengo novio o no, o de si tengo trabajo, si fuera así viviría deprimida, ja la vida no es perfecta y no porque las cosas no salgan como a mi gustaría voy a ser infeliz. El otro día escuché algo que se me hizo muy gracioso sobre la idea de que un clavo saca otro clavo y era más o menos así: ten cuidado porque sino vas a terminar con una pared llena de hoyos y aunque me dió risa tiene algo de razón y sobre todo que las personas no son cosas para que las uses para "sacar otro clavo".


Lo bueno de lo que paso hace diez años y de que este año haya sido difícil es que madure y aprendí muchas cosas así que sí tenía mucho que celebrar más de lo que imaginaba.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Notas para un blues

Do
    lor por estar contigo en cada cosa. Por no dejar de estar contigo en cada cosa.
Por estar irremediablemente contigo en mí.


Re
   cordar que mis monedas no me permiten adquirir. Que
mi deseo no es tan poderoso como para taladrar blindajes,
ni mi atrevimiento tan hábil como para no hacer saltar la
alarma. Recordar que sólo debe mirar los escaparates.


Mi
   edo por no llegar a ser, por ni siquiera conseguir estar.


Fa
   cilmente lo hacen: clavan sus espinas invisibles, abren la
puerta del temor, hacen que renieguen de mí misma cuando
menos se espera. Y ni siquiera saber cuántos han sacado copia
de mis llaves.


Sol
    o he logrado el punzón de la pica, la lágrima del diamante
o los caprichos del trébol. Quizá no existan los corazones.
Quizá es que sea imposible elegir.


La
   bios sellados, custodios del mejor guardado secreto, del recinto en donde las palabras reanudan
sus batallas silenciosas, sus pacientes y refinados ejercicios de rencor.


Si
    crees que es paciencia, resignación, inmunidad o anestesia te
equivocas. Es que he procurado cortar todas las margaritas

para no tener que interrogarlas.




Ana Rossetti