Hace días que no salgo de mi casa, que no veo la luz del sol, podría decirse que tengo al menos dos semanas viendo sólo la luz artificial del foco de mi sala. Casi diario he salido de noche al patio a ver las estrellas, hay un viento tan suave que tiene algo de calidez. Cuando las noches son así me hacen desear estar en la playa y olvidarme de todo, sentir la arena en mis pies y fingir que al menos por ese instante no existe nada más en el mundo.
Sé que mi encierro no es bueno pero aún no estoy lista para el mundo real, ese dónde tienes que pasar ocho horas diarias haciendo las mismas tareas tediosas día tras día, en el que la gente te encuentra y te pregunta si ya terminaste de estudiar y si trabajas. Aquí es como si nada pasara, nada de eso importa tengo libros que leer, montones de revistas, hago algo de ejercicio por las mañanas, me arreglo y pierdo tiempo en las redes sociales, así es como funciona mi pequeño mundo dentro de mi burbuja. A veces me aburro y me dan ganas de salir, de ir a lugares conocidos o nuevos pero sin compañia y sentarme sola y patética en una banca del jardín o en un café y me invade una sensación de querer huir de todo como si en otro lugar existiera ese mundo que hay en mi cabeza un mundo dónde no hay que pasar ocho horas en un trabajo insoportable, en el que no tienes que dar explicaciones absurdas y lo único que tienes que hacer es deambular por las noches sintiendo la arena bajo tus pies y dejar que ese viento cálido te envuelva, un lugar dónde sólo tienes que disfrutar la vida porque nada más importa.
EU SOU ASSIM!
Hace 8 años
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